lunes, 3 de octubre de 2011

No todo el que sonríe es feliz.


- Mierda...
+ ¿Qué te pasa?
- Nada. Que vivir sin recordarlo es difícil.
+ No lo entiendo. Ya no pareces triste. Es como si hubieras vuelto a ser la misma, o al menos parecida. Hace tres minutos nos estábamos riendo como locas tiradas en el suelo sin poder parar. ¿Qué ha cambiado desde eso?
- No ha habido ningún cambio. Todo sigue igual. Mi corazón lleva roto ya unos cuantos meses, sin variaciones. Yo le recuerdo cada minuto, pero no siempre me afecta de la misma forma. ¿Sabes? Hay veces que siento una puñalada clavarse en el pecho, sin embargo otras incluso me alegro de lo que pasó. Supongo que es lo que conlleva el amor. Si lo hubo de verdad, olvidar es imposible. De hecho, olvidar no es necesario. ¿Para qué? Junto a él pasé algunos momentos bonitos, no sería lógico olvidarlo. Simplemente tengo que aprender a vivir sin él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario