Está bien, no soy la chica más normal del planeta, pero las hay peores. Prefiero escribir a hablar, me gusta que llueva al menos una vez al mes, los cereales sin leche y no pisar las rayas de las baldosas. Siempre levanto el pié izquierdo en las fotos y bebo el cola-cao con pajita. Intento causar buena impresión y, aunque pretenda evitarlo, me importa lo que los demás piensen de mí. Cuando leo un libro, no logro empezarlo sin haber leído antes las últimas cuatro frases del final. Soy argumentativa, y no soporto que me den la razón porque sí. Me gusta mi pesimismo porque así la caída es más pequeña. Voy a lo seguro, sin arriesgarme, convencida de que las cosas no me pueden salir mal con este método. Al ser una torpe de puro nervio, estoy acostumbrada a las situaciones embarazosas. Me encanta reírme, pienso que no hay nada mejor y cualquier estupidez es buena para estallar en decenas de carcajadas. No soy puntual, pero ojo que no he dicho que llegue tarde, sencillamente no lo hago a la hora exacta. Sigo durmiendo con peluche y teniendo miedo si me despierto a las 3 de la mañana. Ya no digamos si encima huele a humo… Si estoy sola en casa pongo la música a tope y me lo paso como una enana. El amor me da alergia, o él es alérgico a mí. Lo sorprendente me cautiva, en cambio lo predecible carece de interés. Odio la rutina, todo lo monótono. Aún así reconozco que nunca supe cómo salir de ella sin resultar herida en el intento. Sé que nunca seré famosa, especial o popular. No tengo ningún don, soy una persona más de los 6 mil millones de ellas que viven en la Tierra. Mediocre, sin más. Un toque bohemio no está mal frente a todo lo artificial. Siempre pongo cada tilde en su sitio, y nunca escribí “cambio” con uve. Tengo más defectos que virtudes, y muchas virtudes que considero defectos. No me duermo sin repasar antes mi día, al igual que no salgo de casa sin haber desayunado. No juzgo por las apariencias, ya se sabe que suelen engañar. Tengo pánico a las olas y mi mayor miedo es vivir sola. ¡Ah, se me olvidaba!, mi hobby favorito es la invención de palabras.
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